19.12.11

La sexta es la mayor

Estaba pensando ayer que somos todos unas masa de huesos y carne. Hay que tener un poquito de imaginación, nomás. Todos rondando como aves por este mundo que está descubierto e inventado por unas masas de carnes.
Hablamos un lenguaje que nos enseñaron unas masas de carne y pobres masas, porque a ellas también se las impusieron, digo enseñaron.
Hacemos cosas unas masas de carne y huesos por otras masas de carne y huesos.
Lo inventamos todo, le ponemos nombre a todos, codificamos todo para todos y en realidad somos sólo masas de carne.
Hacemos cosas para comprar y vender... cosas útiles en el mejor de los casos o sino compramos por comprar.
Inventamos ideales que cumplir, música para bailar, comida para comer, el amor para amar, puertas y ventanas para mirar y salir. Cada cosa a su tiempo, cada cosa para una u otra hora específica. Todo planeado y moldeado según el grupo de masas de carne y hueso a la que pertenezcamos. Todo según unas leyes, que le parecieron mejor a alguien, que ya ni sabemos quién fue... pero alguna vez fue masa de cuerpo y huesos, y pelos y órganos y sangre fluyendo por las venas largas e interminablemente vivas.
Soy una masa de sangre viva y huesos fuertes y algunos pelos locos en mi cabeza... con ideales pelotudos que digo seguir hasta que me muera... para demostrarle a otras masa de cuerpos que quiero esto o lo otro... en fin.
Desde Bonaparte, que conquistó medio Europa hasta mi que conquisté algunas cositas, todos, somo bolas de carne.. todos unos comemocos.

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Comemocos