31.1.13

La quincuagésima segunda es un nombre

Depende. El lenguaje nos condiciona, nos oprime o nos librea.
Es una ley implícita, todos tenemos que ponerle nombre a las cosas, sobre todo las que nos pasan.
Estamos como de aquí para allá, esperando, gimiendo de desesperación, muriendo por ser esto o aquello. Le dicen en mi barrio: estar nervioso o ansioso.
Hay veces en las que hacemos mil preguntas, millones sin sentido para desconcertar a quién nos escucha, pensamos y nos hacemos la cabeza hasta con el más pequeño titubeo, tratando de encontrar una verdad que no existe. Nos dicen: estás celoso. Acto seguido, mayores sospechas.
Unas ganas de llorar bárbaras, con una enorme pelota en la garganta que te oprime los pulmones, el pecho: estoy angustiada es mi palabra elegida.
Quiero que me tiren en una cama, que me aten y que me maltraten: soy una psicópata sexual... pienso.
Estás queriendo salirte de tus órbitas, los ojos rojos, las venas de las manos marcadas, la espalda que no da más de dolor, la garganta que pica y duele (un dolor áspero) de tanto gritar: estás enojado, calmate...
Hay muchos sentimientos, que uno puede confundir... pero al final termina siendo un enojo raso, una melancolía por tiempos perdidos, una canción que nos remueve las ganas de vivir.
Al final, uno quiere ponerle nombres a todo: el enojo, la melancolía, la esperanza, la fe, el odio, el rencor, la tristeza, las mariconeadas y todo.
Hay que saber distinguir por ahí, que no todo es nombrable, no todo está perfectamente descrito  imaginado y pensado.
Ahí es cuando yo, me vuelvo loca. Es porque para mi tiene que estar todo en perfecto control.
Oh dios, qué me está pasando.
¿Estaré viviendo?

https://www.youtube.com/watch?v=Ib_BCn6-fCI&list=ALYL4kY05133o2lJ-4x_LGhXt_VIGJNlAG

BRING ME JOY...

29.1.13

La quincuagésima primera es la libertad

Por fin, llega el momento.
 La libertad está cerca, inevitable... perceptible hasta el tacto.
Quiero salir, ir, correr, sonreirme en ella, tan anhelada, tan requerida y esperada.
Estoy comiéndome las uñas, muriendo por no llorar, queriendo ir y salir. Queriendo revivir o renacer. Queriendo morir sin haber vivido; esa, es la sensación de libertad cercana. Como alguien que saldría de una cárcel, de algún enrejado sin sentido... alguien esperando sin parar, es alguien que está esperando perder las esperanzas.
Cando al final se acerca el final de una etapa, uno quiere seguir muriendo en  esas viejas etapas, tiene el placer sin sentido de la melancolía.
Uno no puede ser tan valiente como para dejar de ser lo que es.
La vida me pone en la constante duda, en las preguntas que no puedo responder sino tengo los difíciles tiempos para pensar una y otra vez.
Quiero ser yo misma, y alguien me lo impide. No seamos cínicos, nunca somos como verdaderamente somos. Pretendemos juntar fuerzas para ser como queremos, pero la verdad es que solo somos una conjunción de ideas y acciones que son juzgadas por todos, incluso por nosotros mismos.
Siempre se necesita una pasión, siempre estamos a la espera de la libertad de expresión y de acción.
Siempre, pero cuando nos llega, queremos correr para todas partes, queremos seguir en nuestro comodísimo estado de ignorancia y espera.
Qué fácil sería vivir etapas sin pensar, sin sentir y sin querer ser genuinamente.
Qué difícil, pero apasionante es vivir.

http://www.youtube.com/watch?v=UVjU76qb7Hg

ES TAN DIFÍCIL...

25.1.13

La quincuagésima es una preguntona imbécil

- Hola, ¡tanto tiempo! ¿Cómo andás? ¿Qué es de tu vida?
-¿En qué estás trabajando?
-¿Estás de novia? ¿Cómo se llama? Qué hace, ¿Trabaja? ¿Dónde?
-¿Cómo están tus papás? 
-¿Tu hermanita? ¿Ya debe estar enorme!
- ¿Vivís en la misma casa en donde nos juntábamos?
- ¿Qué te parece que Fulanita ya tuvo un hijo? ¿Muy pronto, no?
- Y me enteré que Sultano se casa... tan pronto, ¿viste? Para mi que se están adelantando un poco...
- Pero contame más de tu novio... ¿cómo se llevan?
- Claro, estás bien pero ¿estás segura de uqe vas a tomar esa desición? Porque mirña que te puede ir mal, ¿no?
- ¿Estás segura de que estás bien así?
- Tenés que aguantar... es sólo por este verano.
- La vida es así, un sacrificio constante.
- Pero nunca vas a llegar a nada así, tenés que esforzarte un poco. Esa es la clave.
- ¿El trabajo? ¿Te gusta? Debe ser un embole estar ahí todo el día metida, ¿no?
- Bueno, me bajo acá... espero que sigas tan bien como me contás. Me alegra haberte visto, y TAN bien. Nos vemos, ¡chau! Ah... mandale saludos a la "flia" y a ver si me presentás ese novio tuyo que parece tan divino!
Sonríe como diciendo: "ya te cagué el día" y se baja del colectivo.
Es así, un conocido, un imbécil que te hace las mismas preguntas cada vez que te ve... preguntas sólo para sacarte información y chismosearla como se le de la gana. Para exagerar sobre cómo te sentís, cómo actuás, cómo vivís...
Y yo vivo como se me da la gana y a la gente no le gusta.
Así se forma un concepto, algo así como un imaginario colectivo sobre vos (y tus padres, novios, etc).
Como este es mi blog, voy a confesarlo: a veces miento sobre con quién estoy de novia, con quién vivo y qué hago. Es buenísimo ver las expresiones de los otros o imaginar sus pensamientos...
Yo no creo ser malhumorada, pero es mejor no hablar con esa gente que te pregunta siempre lo msimo... es un bajón ir respondiendo, porque a mi no me dan ganas de saber cómo está la gente que hace mucho no veo. Si no la veo hace mucho es por algo... probablamente porque no saben preguntar.

http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&NR=1&v=PlYMZHn-6jA

 LIVE FAST, DIE YOUNG

24.1.13

La cuadragésimo novena es una vaguerta

Hay algunos que son más que vagos o más que chantas.
Están los de cliché de pedirse una cafecito para seis o siete horas. El que te dice: "querés que te ayude?" cuando ya estás terminando. El que me molesta mucho es el que se lleva los aplausos y los méritos sin siquiera nombrarte.
 En el trabajo se nota más, se nota porque el que está fiacoso todo el día es un forro de mierda del jefe, de la jefa... o peor aún! SON SUS PARIENTES!
Te dan ganas de sacarte los pelos cuando entrás a un nuevo trabajo y hay uno o una que se tira a muerto/a.

A veces pienso en los que te toman el último trago de cerveza o de fernet... el que te pide el último cigarro y el que se acerca cuando tenés un super alfajor de chocolate para pedirte un mordisco. No se qué les parecerá, pero a mi me dan ganas de enterrarlos en alguna tumba y que no tengan la suerte de resucitar ni como zombies siquiera.
Hay casos de chantaje extraordinario que cuando te los cuentan te quedás con una expresión boquiabierta: esos que pagaron para tener el título de médicos, fotógrafos, abogados u otras profesiones...
Les podés decir como quieras: vagos, chantas, fiacunes, fiacosos, vividores, mantenidos, pedigueños, zánganos, malavidas. Expresiones usadas para nombrar al que se hace el vivo y al final del día te lo teminás bancando, porque es un forro que te cae bien.
Habrá que colmarse de impaciencia y empezar a eliminar estos estúpidos especímenes.
Yo se que en estos tiempos está de moda la paz, el amor y no la guerra... pero los que se tiran a muertos no hacen el amor porque les da paja (paradójicamente).
 ¿Para qué los queremos?

http://www.youtube.com/watch?v=XaNuB52_Irc

 I'M WICKED AND I'M LAZY