La cuidad de Yerba Buena está situada a media hora de la capital
Tucumana, al norte de Argentina.
Tiene alrededor de noventa mil habitantes, bien distribuidos en 160 km2.
Un aire diferente se respira cuando uno viene desde el centro de la provincia.
Un aire más puro o más fresco.
Yerba Buena ha sido reconocida como “La Cuidad de la Familia Numerosa”,
“El Jardín de Tucumán” y ha quedado elegida entre las diez mejores ciudades
para vivir del país.
El lugar está repleto de árboles, pasto y plantitas por todas partes.
Muchos espacios verdes que la gente usa muy poco, como plazas o parquecitos,
entre ellos el Percy Hill, un bosque de una manzana completa, repleta de flora y fauna autóctona;
nadie quiere acercarse por miedo a los fantasmas (en la época de la dictadura
militar hicieron desaparecer a muchos allí) o por miedo a uno que otro
violador.
Las calles eran de tierra, anchas, largas y con miles de curvas
innecesarias, que le daban un toque de pueblo abandonado. Con las nuevas
gestiones políticas todo cambió: las calles ahora son de pavimento que con
suerte dura un año, dependiendo de las lluvias o del calor; o de adoquines, que
son más caros pero le dan un simpático aspecto a las calles. La gente estuvo
muy contenta desde un principio por la pavimentación: era más limpio, había
menos barro y se podía transitar más rápido en camioneta. Pero las quejas
empezaron en cuento empezó el calor: “hay mucho vapor, la calle se ahueca por
el agua de las tormentas, y los autos andan como locos por el barrio”.
Hubo una solución para el exceso de velocidad. Si Usted pasea por Yerba
Buena, se dará cuenta de que en medio de la calle, una protuberancia enorme se
avecina sin previo aviso: los “lomos de burro”. Son unas montañitas de tierra,
escombro y piedra que se extienden a lo ancho de las calles para reducir la
velocidad de esos autos que andan “a todo lo que da por las calles de adentro”.
El primer símbolo que se ve al llegar a la cuidad es el Cristo
Crucificado, que nos marca una diferencia abismal entre la Ciudad de San Miguel
y Yerba buena. Empieza la Avenida Aconquija con esa efigie y una platabanda
larguísima que divide la cuidad en dos: la vieja (Marcos Paz) y la nueva (zona
de Avenida Presidente Perón). La del Oeste es la vieja y la del Este, la nueva.
El segundo símbolo que encontraremos por la Aconquija será la Virgen
María Auxiliadora, punto frecuente de ubicación para los “yerbabuenenses”, que
prefieren llamar a la escultura “Virgencita”, ubicada al 1000 de la Avenida principal.
Pero estos no son los únicos y gigantes símbolos religiosos: en el Cerro
San Javier (que queda a unos 20 minutos de la cuidad) hay un Cristo que tiene
más de tres metros de altura. Los turistas, disfrutan de la estadía en la loma
del cerro, con el Cristo por detrás y el paisaje de la cuidad cubierto por
smog.
Entendemos entonces, que en Yerba Buena,
hay mucha devoción a la religión Católica. Las Iglesias, son varias y
dependiendo de la zona, son más o menos grandes, más o menos concurridas y por
qué no, más o menos lujosas. En la zona de Marcos Paz, por ejemplo, está la
Iglesia del Valle. Es la más antigua de todas, la de más renombre por lo tanto
donde la gente disfruta recibir sus sacramentos como el Bautismo, la Comunión,
el Casamiento y todos los que se puedan recibir. Es caro recibirlos allí, pero:
-“es un placer porque el Padre que oficia es un santo… y la Iglesia está muy bien
decorada”- Según vecina bautizó sus ocho hijos allí.
En todas las Iglesias hay una decoradora, que ornamenta con crisantemos
y calias las festividades, por lo tanto siempre huelen a flores caras y a
incienso recién quemado.
Hay un Oratorio de Oración Perpetua. Un templo en el que los fieles se
comprometen a ir en un día y horario determinado para rezar y el objetivo es
que la instalación nunca quede sola.
Tucumán tiene cuatro shoppings, tres de los cuales están en la “Cuidad Verde”
en los que obviamente, se aglutinan diferentes grupos de gente. El Portal del
Cerro, con los más adolescentes comiendo en cadenas internacionales de comidas
como Mc Donalds o Burguer King, las jóvenes chicas que compran de todo y para
todos en renombradas marcas como Levis, Rip Curl y quién sabe qué otras. El
tiempo aquí no existe, el shopping es cerrado: mientras más tiempo la gente se
encapsule allí, más alto el nivel de consumo.
El Solar del Cerro es un “shopping al aire libre”. Los señores disfrutan
del café con cigarrillos, mientras las mujeres van de compras. Algunos
gestionan negocios políticos y los niños pueden disfrutar (para no molestar a
mamá) de teatro o de espectáculos gratis.
El Shopping de Yerba Buena, o como todos disfrutan decir, el “Shopping
Viejo”, es el más antiguo, y como tal, los más viejos toman café aquí: artistas
rezagados, políticos resentidos y señoras despechadas. Es un poco lúgubre,
deprimente, sin embargo tiene la suerte de seguir funcionando, quién sabe por
qué.
Podemos encontrar en Yerba Buena, las más diversas formas de vida.
Los deportistas, que disfrutan
del clima fresco, andan en bici en “manadas”, todos con cascos y artilugios que
usan para protegerse de las caídas y del sol. Los corredores, como los
ciclistas abundan por la calle Presidente Perón. Las mujeres prefieren
“rollear” y de paso toman sol para salir a la noche.
Las señoronas disfrutando del cafecito matutino… o vespertino.
Entablando las más triviales charlas o no… Criticando a quien pasa con una ropa
nueva, un marido nuevo o una flamante novia nueva, “bastante joven para su
edad”. Con caras deformes, defenestran a quienes no se visten a la moda y a los
niños que piden una o dos moneditas.
Los chicos que salen de los clubes de rugby. Y esto sí es otro tema. En
“la cuidad de la familia numerosa” los hermanos y hermanas, (son alrededor de
diez en cada familia) disfrutando de la estadía en “Tucumán Rugby” jugando al
rugby o al hockey, según el sexo. Todo el día sábado, los adolescentes y no
tanto, van al club a organizar la salida de la noche, a tomar un par de aguas
saborizadas con los amigos (primos o hermanos), o a simplemente estar, figurar.
Los domingos, por otra parte, son de misa, de familia reunida y de
empanadas en “Los Hornos” o “Lola Mora”, según el apellido y la costumbre.
Los bares de Yerba Buena… no funcionan si no tienen mesas afuera para
que todos puedan ver qué quiénes y cómo van. Qué se dice ahí de cada familia es
un cuento aparte que no se puede contar.
Las señoritas presumidas y
producidas a cualquier hora de la jornada, que son un fiel reflejo de sus
madres. Todas bien puestas: no interesa el calor, el sudor o el grado de
vagancia para producirse y estar siempre bien por si el jugador de rugby las ve
pasar, mejor dicho, las ve comprar. Esto no quita que se llevarían, si
existiera, el premio a las más lindas de Tucumán, todas uniformadas con
vestidos largos floreados, los cabellos largos hasta la cintura muy lacios, las
bocas pintadas con colores pasteles y las sonrisas más blancas que alguna vez
alguien ha podido apreciar. El aroma también es igual y las define: perfumes de
flores para el verano y de algunos frutos para el invierno.
A la gran Avenida Aconquija, la atraviesa perpendicularmente, la Vía. No
se sabe muy bien el origen de la denominación “Vía”, pero sí se sabe que esa zona
es la marginal (a la derecha de la Avenida está la Vía Norte y a la izquierda,
la Vía Sur). Abarca de dos a cuatro cuadras y viven unas doscientas familias aglutinadas en unos
pocos terrenos sin árboles ni espacio.
Se sabe también que ahí hay todo
lo que hay en un buen barrio: un almacenero, un verdulero, una costurera, casas
con frentes incompletos y una infalible Quiniela en donde gastar unos pesos,
los últimos del sábado a la siesta.
Las escuelas públicas no son más de tres. Los colegios son alrededor de
siete u ocho, en donde los niños aprenden todo lo que deben saber sobre la
religión, los valores cristianos y el derecho a defender a capa y espada la
vida y el rotundo no al aborto, a los homosexuales y a las religiones
diferentes.
En Yerba Buena, está la Escuela de Cine y Televisión, la Universidad
Santo Tomás de Aquino, el Campus del Colegio Santa Rosa. En cuanto a la
Cultura, nunca funcionaron bien los “centros culturales” excepto el inaugurado
hace unos pocos años, en el que artistas exponen constantemente obras de
teatro, muestras fotográficas y pintura.
Hay importantes concesionarias de autos BMW, Alfa Romeo, Mini Cooper. Hay Bancos
cada cuadra y carteles publicitando ropa, electrodomésticos o peluquerías.
Yerba Buena es una ciudad para algunos. Esos… se sienten muy
afortunados.