24.5.12

La trigésimo quinta es Sander

Sí... ya está. Es hora, me dije... Me convencí a mi misma de que debía dejarme llevar, de dejarme caer en las manos de la vida, la verdadera vida (o lo que ella significa para mi).
Prefería antes andar y recorrerla sin mirar mucho. Riendo de cosas banales y que no tenían mucho sentido más allá de ese día o momento.
Pero ahora, estaba decidida a hacer lo imposible para dejarme llevar.
Pensé en que no debía pensar y en que tenía que renunciar a la retrógrada idea de no ser capaz de sentir dolor.
Muchas veces pienso que nos infunden el miedo al miedo. Al final,  nos quedamos paralizados un minuto, que se convierte en hora, que te lleva a un día y que termina en meses, conviertíendose en años y años largos muy largos...
Al final, terminás siendo convencional, normalmente hipócrita. Se aprende a decir las palabras correctas, a besar de la manera más sincera y a hacer el amor de forma delicada, elocuente y elegante. Así, uno perfila a la vida que se torna muerte en unos 60 o, con suerte, 70 años.
Así... yo (bastante afortunada) tuve la opción de dejarme arrastrar a la vida. Mis días no terminan acá.
Hoy, siento que por fin algo se despertó (o él despertó) para poder ahora sí, realmente ser libre y vivir en paz. Ahora tenía a alguien más que amar en este mundo lleno de gentes de mierda que no puedo soportar.
Siento las ganas de amar todo lo malo... todo lo que le hace mal, todo lo que lo dañe para saber acompañarlo. Quiero seguir sintiéndome orgullosa de tenerlo conmigo, haciéndome reír y disfrutando de las mañanas, las siestas, los almuerzos y las cenas románticas. También de las preguntas de rigor que necesito que me conteste con la respuesta de rigor correcta. De las mil manías para comer o vestirse o para pensar esto y aquello. De su sensibilidad que la tienen pocos hombres, de la naturaleza de sus miradas por las mañanas y del romanticismo inventado por él, para mi.
Nunca podría expresarle cuánto amor siento, no quiero decir que es perfecto y sin errores de los grandes y sin pedidos, porque sino,estaría hablando de una utopía. Pero es como alguna vez dije: "una sensación de amor y no sólo un sentimiento."
 Son incomparables los momentos de felicidad que este chico me brinda. Es un ser más allá de lo que una Samantha puede pedir. Es la persona que me ama sin esperar nada a cambio, porque lo único que tengo para darle es mi vida.
 Sí, claro está que se interpretaría como un enamoramiento más del mundo. Les digo: quiero mi vida con él. Lo quiero como compañero de vida y no como el amor de mi vida (eso es bastante aburrido).
Claro, todo esto desembocaría, en los cánones de la normalidad, en una vida así, muy linda y perfecta.
Déjenme poner mi marca: lo arruiné. Ahora trato de solucionarlo como sea... sí, siento las ganas y el querer estar ahí con él... y no la necesidad para no estar sola (hay muchos pájaros en la jungla, peces en el mar, indios en... ahh no, no hay tantos indios) sino porque me hace bien, me hace mejor, me hace ser yo.
Tal vez que no sea lo mismo nunca más y será mi responsabilidad. Y sí, hacerse cargo de la vida ahora sí es mi estilo.  Tal vez nunca pueda encontrar algo mejor o igual a él. Tal vez parezca ser lo mismo y en unos años me desilusione.
 Déjenme decirlo: sería la mejor desilusión de mi vida.

http://www.youtube.com/watch?v=wOYOce5iU0g

"THEY SAY HOME IS WHERE THE HEART IS"




21.5.12

La trigésimo cuarta te la normaliza

Siempre escribir bien, sin errores de ortografía. Redundancia cero.
Uno nunca debería estar de mala gana con la gente.
Tampoco sería bueno atreverse a usar cosas fuera de moda.
Tal vez seríamos mal vistos cuando nos expresamos sin razones y sin motivos.
Estaría mal, muy mal ser terminante o demasiado flexible.
En la pareja debemos ser compañeros y estar siempre para el otro, sin por supuesto, ser invasivos u obsesivos.
Cuando vamos a conocer a alguien, debemos tener los mejores modales y tratar de causar buenas impresiones.
No deberíamos ser ni mucho ni poco, siempre con el "justo medio" para ser felices.
La hipocresía no estaría bien y la felicidad sin dolor tampoco.
Tener mucho dinero y no hacer obras de caridad, sería demasiado desconsiderado. Ser pobres y pedir por las calles o robar sería indigno.
El abuso de algunas drogas está mal.
Un mismo boliche  que el viernes sea de "héteros" y el sábado sea de "gays", estaría sugiriendo algún tipo de discriminación?
Al cruzar la calle, mirar a ambos lados, tratar de mirar para atrás siempre en caso de que un ladrón venga a robarte o un violador venga a violarte.
Ser lesbiana está muy bien... está bien cuando te aceptan, si no es así, pues no debés ser lesbiana.
Si vos vas caminando por la calle, debés ser un transeúnte callado, uno no puede llorar ni reírse demasiado... ni bailar ni cantar. Sino sos un peligro, o estás demente.
Sería bueno que siempre los demás te comprendan, que no dejes cabos sueltos a ideas, que siempre tengas una explicación que te defina como persona, como partidario de unas ideas o de otras. Las ideas no deben mezclarse. Uno no puede ser de River y de Boca al mismo tiempo.
Siempre hay que visitar a las abuelas y a las embarazadas, sin olvidarse de los enfermos terminales y dejar propinas en Cáritas, ser partícipes de campañas solidarias de Greenpeace y de la que se nos ocurra.
Uno debe medir su privacidad en las redes sociales.
Ser correcto y recto. Ser tajante en las decisiones que se toman. Ser limpio, ordenado y prolijo... pulcro.
Es difícil ser normal.

http://www.youtube.com/watch?v=_RxrBgj3euw

"NO ME ELECTROCUTO EN LA CORRIENTE"

15.5.12

La trigésimo tercera es una víctima y no la soporto

He conocido sólo una persona en el mundo que no se victimiza. El resto de las gentes adúlteras, sobre todo, se victimiza día tras día....
Pero hay víctimas que molestan más que otras víctimas. Hay algunas personas, mayormente mujeres, que tuveron como actividad rutinaria ir a la peluquería y jugar a "la loba" con sus amigas chetas, con un cefecito descafeinado de por medio. Esas mujeres son las peores son las víctimas más insoportables que tuve que soportar alguna vez.
Hay otras víctimas que son las de la vida, a las que nada les sale bien, que no consiguen ningún amor y que no pueden dejar de hacerse las víctimas con esto y con aquello... no pueden dejar de pensar en lo malo que es vivir todos los días, déjenme decirles víctimas: muéranse de una vez.
Hay otras víctimas, estas son las peores, las más viles: esas son las que te hacen creer que realmente no son víctimas, pero al final de la experiencia con ellas, te das cuenta de que todo fue una actuación: un ida y vuelta de escenas de victimización, de llantos y de caricias que buscan manos acogedoras para seguir victimizándose. Esas víctimas, sin ánimo de ofender son las personas más pasivas con la vida.
Las otras son las que dicen que tienen "mala suerte". Eso sí que me molesta, estar creyendo en la suerte, no trae suerte.
El problema de las víctimas es la gente que sigue victimizándolas. Eso, me parece que puede ser por dos patologías: o, la víctima es muy buena haciéndose la víctima, o... el que apaña se siente superior o es más víctima. Entonces, ya sería una doble víctima, doble patología... ya deberíamos internarlo.
En cualquier caso, me caen mal.
Hay  que dejar de victimizarse y volver a vivir, sin presiones, sin prisas y sin sufrimiento. Hay que animarse a sentir y a ser sentido por el que así lo quiera. Hay que poder resistir a las adversidades... qué difícil, no?
No se, siempre termino haciendo un teatro. La custión como redundante es que me exasperan las víctimas.



http://www.youtube.com/watch?v=H35_hpatS7o&feature=related
"LEJOS DE CASA, NO TENGO NADIE QUE ME ACOMPAÑE A VER LA MAÑANA"