La trigésimo octava es un bautismo de fuego

Liberté, égalité, fraternité... MON CUL!

Ojalá fuéramos tan libres para pensar en libertades comunes sin libertinajes.

Mirá si fuéramos tan igualmente estúpidos para reconocernos como diferentes sin escrúpulos, sin prejuicios, sin límites.

Sería una pena ser tan falsamente fraternos como para querer querernos, amarnos y respetarnos como la Ley de los dioses manda o como nos habrán enseñado nuestros antepasados de generación a generación.

Por otra parte, los "bautismos de fuego" no deberían existir... deberían ser vistos como lo más detestable y horroroso del mundo, pero son grandes hazañas.

 Aunque me de pena y tristeza, San Martín tuvo su bautismo a los quince años en Melilla, África y yo lo tuve a los doce o trece acá en la comodidad de mi casa... qué tristeza... qué pesar me traigo acá en la parte alta de mi espalda... casi chocando con mi cabeza.

Pero me parece que subestimarme no está bien o no querría parecer víctima de mi propia vida, belleza, fealdad o de mi propio ser.

Excluida está la posibilidad entonces... debería empezar a vivir más y a hacer menos.

Hacer menos cosas: ruido, daño, promesas, sonrisas falsas, ironías extensas, mentiras, fechorías. infidelidades, movimientos bruscos, sentimientos fríos y errores de ortografía.

http://www.tagtele.com/videos/voir/63019

EL VIDEO DE ESTA CANCIÓN REFLEJA LO QUE INJUSTAMENTE UNO HACE: SENTIRSE BIEN FRENTE A LAS DEBILIDADES DE LOS OTROS... NO DIGAN QUE NO... SINO SON UNOS COMEMOCOS, IGUAL QUE YO.