La novena te la salva.

Es impresionante el llanto. Eso que algunos quieren hacer todo el tiempo y otros, como yo... le huyen... Un agua salada, que en serio, es algo psifiológico... es un agua que uno siente y ve y toca, pero es algo que uno siente. Qué espectacular invento.

Lo que pasa es que yo remo, bastante... algunas veces con muchas fuerzas, pero otras veces ya se acaban un poco mis fuerzas... ya se me acaban hasta las ganas de estar en el río, con las luces y los peces.

Yo quiero un poco, mucho, ser una superheroína, una chica que puede con todo y con todos. Algunas veces lo logro... remándola mucho.

Hay veces que lloro hasta por los peces, por los adolescentes, por mis padres, por las flores, por la pesca... lloro por algo... nunca quiero llorar solamente por llorar.... siempre quiero llorar por algo, que me hace mal... pero nunca lo digo.

Me pueden decir muchas cosas, me pueden decir que no soy... que en realidad no soy una superheroína, que en realidad, debo ser una princesa; que en realidad eso debo ser, porque soy una señorita... las princesas no me gustan, porque son aburridas y quietecitas, pero me gusta mirarlas. Me encantan las chicas princesas.

Nada está perdido para las princesas, ni para las superheroínas.

Hay que seguir en el camino, en la viña, en el río... en la vida. Al final, hay una luz? Todavía no la veo.

http://www.youtube.com/watch?v=cg1wDc9JVB4&ob=av2n